domingo, 31 de diciembre de 2006

Nueva y última entrada del 2006 (hora española)

Esta va a ser la última entrada de este año. No va más, se nos acabó el tiempo de este. Como muchos otro, supongo, voy a recopilar de forma rápida lo que he vivido:

Primero y lo más importante, es que he compartido con mi mujer otro año más de vida juntos, con altibajos (muchos), pero sabedores de que nos queda un largo camino que recorrer... Además, acabé mis estudios de Técnico de imagen para el diagnóstico y en tan sólo un mes, que se me hizo eterno, ya estaba trabajando en un hospital, aunque fuese privado. Quizás Fray Leopoldo tuviese algo que ver... También es el año de los cursillos, el año en el que empiezo a acumular puntos para trabajar cómodamente en la pública, como mi mujer que aprobó plaza en uno. Y se me olvidaba, ¡conseguí el carné de moto!

También fue el año de las decepciones en materia pisos: los precios más altos que nunca, y los que podíamos pagar no nos convenian en absoluto: muy viejos, muy pequeños o muy lejos. Ahora a la espera de los de VPO, que la verdad, no tengo mucha esperanza en que consigamos uno...

Este es el año en el que dos amigos se pelearon por dinero, rompiendo el grupo que tanto tiempo nos había costado crear. Sé que hace tiempo que no nos juntamos todos, y me temo que será muy difícil hacerlo de nuevo. Pero tambien ha sido el año en el que se incorporan nuevas amistades; ya me lo dijeron: los amigos van y vienen, pierdes tantos como ganas. Mientras, otro grupo, el del Barco de Colegas, se reunía por sexta vez consecutiva el dia ventiseis para comer. Muy pocos, pero la verdad que ha sido uno de los mejores de todos los tiempos; este año no sólo hubo comida y copa: tuvimos, comida, copa, más copas y cena. No recuerdo haber durado tanto ningún año. A ver si cuelgo las fotos de una vez por todas.

Es el año en el que mis hermanos menores han abierto su propio negocio, a pesar de mi padre, que tampoco les ha puesto las cosas muy fácil, pero la cosa, aunque renqueando, sale adelante.

Seguro que me dejo cantidad de cosas en el baúl que es mi memoria. Pero lo más bonito de todo, es que lo he vivido, y que este año nuevo viene como el anterior: cargado de ilusiones e incertidumbres.

PD: ¡¡¡Y me he cortado el pelo!!!

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