Es terriblemente cierto eso de que la realidad supera a la ficción. Un ejemplo lo podemos ver en el caso de los abducidos de Japón. No, no por extraterrestres, sino por agentes del gobierno Norcoreano.
Esta historia es ya muy antigua, remontándose a finales de los setenta. Parece ser que el objetivo principal de estos secuestros era que las víctimas enseñaran a los espías norcoreanos no sólo el idioma, sino cómo actuar como japoneses. Otro fueron secuestrados para suplir su nombre o simplemente porque fueron testigos de otros secuestros.
Durante mucho tiempo, se pensó que esta historia era parte de una teoría conspiranoica, y en algunos casos se decía que se usaba como arma arrojadiza contra el Partido Socialista Japonés, que mantenía estrechas relaciones con Pyongyang. Pero en el 2002, el gobierno Norcoreano admitió y se disculpó por 13 “abducciones”. El gobierno japonés reclama que fueron 16 víctimas, mientras que diversas asociaciones denuncian que fueron un centenar.
El caso más famoso es el de Megumi Yokota, una niña de trece años que desapareció a finales de 1977. La causa más probable es que fuera testigo de otro secuestro. Tras ser reconocida como una de las abducidas, el gobierno Norcoreano adujo que se suicidó en una institución mental en 1993, repatriando las cenizas. Y empiezan los misterios: primero cambian la fecha de la muerte a 1994, luego, los resultados de las pruebas de ADN de las cenizas para comprobar que fueran los restos de la chica son negativos,. Pero poco más tarde, el técnico que las hizo dice que él no tenía experiencia en ese tipo de análisis y que posiblemente metió la pata... vamos, que las chapuzas no son privativas de nuestros Pepe Gotera y Otilio.
Ver para creer. Gobiernos que secuestran a ciudadanos, otros que no hacen nada para evitarlo o rescatarlos, teorías extrañas, espías, lavados de cerebro, soldados americanos desertores... no creo que falte mucho para que Hollywood se ponga manos a la obra: ya se han hecho tres documentales, el último se estrenó el año pasado. Y hay un canadiense que editó una sensiblera canción y se fue de gira por el país del sol naciente.
Para más información consultad la Wikipedia, y este artículo.
Esta historia es ya muy antigua, remontándose a finales de los setenta. Parece ser que el objetivo principal de estos secuestros era que las víctimas enseñaran a los espías norcoreanos no sólo el idioma, sino cómo actuar como japoneses. Otro fueron secuestrados para suplir su nombre o simplemente porque fueron testigos de otros secuestros.
Durante mucho tiempo, se pensó que esta historia era parte de una teoría conspiranoica, y en algunos casos se decía que se usaba como arma arrojadiza contra el Partido Socialista Japonés, que mantenía estrechas relaciones con Pyongyang. Pero en el 2002, el gobierno Norcoreano admitió y se disculpó por 13 “abducciones”. El gobierno japonés reclama que fueron 16 víctimas, mientras que diversas asociaciones denuncian que fueron un centenar.
El caso más famoso es el de Megumi Yokota, una niña de trece años que desapareció a finales de 1977. La causa más probable es que fuera testigo de otro secuestro. Tras ser reconocida como una de las abducidas, el gobierno Norcoreano adujo que se suicidó en una institución mental en 1993, repatriando las cenizas. Y empiezan los misterios: primero cambian la fecha de la muerte a 1994, luego, los resultados de las pruebas de ADN de las cenizas para comprobar que fueran los restos de la chica son negativos,. Pero poco más tarde, el técnico que las hizo dice que él no tenía experiencia en ese tipo de análisis y que posiblemente metió la pata... vamos, que las chapuzas no son privativas de nuestros Pepe Gotera y Otilio.
Ver para creer. Gobiernos que secuestran a ciudadanos, otros que no hacen nada para evitarlo o rescatarlos, teorías extrañas, espías, lavados de cerebro, soldados americanos desertores... no creo que falte mucho para que Hollywood se ponga manos a la obra: ya se han hecho tres documentales, el último se estrenó el año pasado. Y hay un canadiense que editó una sensiblera canción y se fue de gira por el país del sol naciente.
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