domingo, 6 de mayo de 2007

El primer sello

Tal día como hoy, 6 de Mayo, se empezó a usar en Inglaterra el primer servicio de sellos postales. Anteriormente, se cobraba al destinatario en función de la distancia recorrida. Gracias a James Chalmers y Rowland Hill se realizó una profunda remodelación del servicio postal en ese país.

Parece ser que todo tiene origen en una curiosa anecdota:

En el año 1835 el profesor inglés, Rowland Hill, que viajaba por Escocia se aprestó a descansar en una posada. Mientras se calentaba en la chimenea vio cómo el cartero de la zona entraba en la casa y entregaba una carta a la posadera. Ella tomó la carta en sus manos, la examinó atentamente y la devolvió al cartero alegando: Como somos bastante pobres no podemos pagar el importe de la carta, por lo que le ruego que la devuelva al remitente. Al oír aquello, surgió en el corazón de Hill un impulso de generosidad y movido por ese impulso ofreció al cartero el importe de la misiva, pues no quería que por falta de dinero se quedara la buena mujer sin saber las noticias que le pudieran llegar en dicha carta. El cartero cobró la media corona que costaba, y entregó la carta a la posadera, saliendo a continuación para seguir su recorrido. La posadera recogió la carta y la dejó sobre una mesa sin preocuparse en absoluto de su contenido. Luego se volvió al generoso huésped y le dijo con amabilidad: Señor, le agradezco de veras el detalle que ha tenido de pagar el importe de la carta. Soy pobre, pero no tanto como para no poder pagar el coste de la misma. Si no lo hice, fue porque dentro no hay nada escrito, sólo la dirección. Mi familia vive a mucha distancia y para saber que estamos bien nos escribimos cartas, pero teniendo cuidado de que cada línea de la dirección esté escrita por diferente mano.Si aparece la letra de todos, significa que todos están bien. Una vez examinada la dirección de la carta la devolvemos al cartero diciendo que no podemos pagarla y así tenemos noticias unos de otros sin que nos cueste un penique*.


Nace así el Penny Black de la Reina Victoria. Tal fue el éxito que se triplicaron los envíos en una semana, y dos días después se puso a la venta el de dos peniques. Sería el mismo Estado el encargado de emitirlos. Como veis, no se molestaron en incluir el nombre del país: bastaba con la efigie de la Reina para identificarlo.

Fuente: Wikipedia


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* Esta misma anécdota se podría incluir
en un post sobre la mítica tacanería escocesa...

4 comentarios:

Oshimatoti dijo...

Me encanta que me sorprendais de vez en cuando con anécdotas como esta.
Lo que me parece genial es lo familiar que se me hace ver la picaresca en el personaje de la posadera: mas de 180 años después y seguimos ejecutando el acto de intentar eludir los pagos : "o me dais un nuevo terminal o me voy a la competéncia" rezan al todopoderoso dios tecnológico-empresarial mas de tres almas en este momento...
Mención aparte tiene el código que empleaban: si la dirección estaba escrita por todos estaban bien; pensándolo bien a mi me pasa algo asi con el email: si recibo correos de los amigos de siempre, aunque sean los de "video buenísimo" o "fotos acojonantes" quiere decir que están bien, y eso me deja dormir más tranquilo...
David
P.S. (Y mientras vea que Dave sigue escribiendo, aunque eche de menos una birrota con él, me siento feliz por ver que sucabeza no para...)

Quicus Magnificus dijo...

Es como lo de las llamadas perdidas, el mismo mecanismo, pero con mejor tecnología.

por cierto, un sello de un penique Black Penny vale ahora 200 dólares, 3000 si está sin usar.
¿quién coño sería el primero que dejó de usar un sello para guardarlo?

Anónimo dijo...

jejejejeje
ya tienes la entrada???
pues yo aún no... este finde la compro!
gracias por postearme!!!
has sido el primeritoooooo
yuhuuuuuu
soy infiniteando

Play Poker For Money dijo...

Bravo, what words..., a remarkable idea