¿Os habéis preguntado alguna vez cómo se las ingeniaron los Aliados en la II WW para abastecerse de combustible? Si es así sigue leyendo; sino, sigue también, que un poco de culturilla no está de más.
Las guerras no se gana sólo con buenos soldados y mejores armas; es necesario una buena logística, a veces rallante en lo mágicamente exacto. En 1942, se empezaron los preparativos para el Día-D, la invasión del norte de Francia. Los Aliados planearon que tras acabar con la resistencia alemana, necesitarían transportar combustible desde Inglaterra hasta las primeras líneas del frente en el Continente. Para ello, no podían depender de los petroleros: el mal tiempo les podía impedir llegar a tiempo, por no hablar de los temibles Uboats alemanes. Además, estos barcos podían ser utilizados en otros frentes.
La solución fue la Operación Pluto (PipeLine Under The Ocean, tuberías bajo el océano TBO ;-p). La idea era la de transportar el combustible a través de dos oleoductos por el canal de la Mancha: uno llegaría desde la Isla de Wight hasta Cherburg y el otro desde Dungeness hasta Calais. Las estaciones de bombeo y las canalizaciones se montaban por las noches para evitar los aviones espías, y se disimulaban como heladerías o garajes; ya se sabe, es conocida la debilidad de los bombarderos por los enclaves petrolíferos. A medida que avanzaban las tropas, se extenderían más y más tuberías.
Tras conseguir la victoria en Normandía, la primera línea se puso en marcha el 12 de agosto del 44. se Al principio, la cifra bombeada era irrisoria, 1500 galones/hora, pero pronto se llegó al millón diario. Al finalizar la operación (mediados del 45), se habían enviado 178 millones de galones de combustible a través de las 780 millas de tuberías.
Esta desconocida operación fue imprescindible para lograr el éxito contra las tropas nacionalsocialistas. Como podéis suponer, además, es un de los mejores ejemplos de ingeniería militar y logística.
Las guerras no se gana sólo con buenos soldados y mejores armas; es necesario una buena logística, a veces rallante en lo mágicamente exacto. En 1942, se empezaron los preparativos para el Día-D, la invasión del norte de Francia. Los Aliados planearon que tras acabar con la resistencia alemana, necesitarían transportar combustible desde Inglaterra hasta las primeras líneas del frente en el Continente. Para ello, no podían depender de los petroleros: el mal tiempo les podía impedir llegar a tiempo, por no hablar de los temibles Uboats alemanes. Además, estos barcos podían ser utilizados en otros frentes.
La solución fue la Operación Pluto (PipeLine Under The Ocean, tuberías bajo el océano TBO ;-p). La idea era la de transportar el combustible a través de dos oleoductos por el canal de la Mancha: uno llegaría desde la Isla de Wight hasta Cherburg y el otro desde Dungeness hasta Calais. Las estaciones de bombeo y las canalizaciones se montaban por las noches para evitar los aviones espías, y se disimulaban como heladerías o garajes; ya se sabe, es conocida la debilidad de los bombarderos por los enclaves petrolíferos. A medida que avanzaban las tropas, se extenderían más y más tuberías.
Tras conseguir la victoria en Normandía, la primera línea se puso en marcha el 12 de agosto del 44. se Al principio, la cifra bombeada era irrisoria, 1500 galones/hora, pero pronto se llegó al millón diario. Al finalizar la operación (mediados del 45), se habían enviado 178 millones de galones de combustible a través de las 780 millas de tuberías.
Esta desconocida operación fue imprescindible para lograr el éxito contra las tropas nacionalsocialistas. Como podéis suponer, además, es un de los mejores ejemplos de ingeniería militar y logística.
2 comentarios:
¡Bravo, bravo! Maginfica exposición, oh, Maestro. Un claro ejemplo de como poner un texto que no viene a cuento cuando no se tiene nada que decir XD
Por cierto ¿ya tienes los turnos? XD
Pues, si se me permite la osadía, no estoy de acuerdo con la afirmación que me precede: la oportunidad de un mensaje en una botella de este océano de bits (parafraseándote, ya lo sé)no la da el escritor, sino el que se encuentra la botella...
Bien por la historia, que si bien atribuye las victorias a unos pocos, vela las identidades de los verdaderos artífices de las gestas...
Aquellos que serán llamados genios siempre han sido locos del presente...
Salud
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